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31 ago 2009

Si buscas belenes de Navidad cerca de Madrid tienes que ir a una pequeña tiendita en Segovia...

Es sorprendente lo que uno se encuentra cuando viaja. Quién me iba a decir a mí que en Segovia iba a encontrar una tienda de souvenirs especializada en la venta de belenes de navidad. Llegué a pensar que era algo típico de allí, pero no.

La tienda "El Aqüeducto" (según pasas debajo de los arcos del Acueducto a mano izquierda, un poco antes de llegar a la cafetería Valor, bendito chocolat!), no ocupará más de 15 m2, pero tiene un surtido de belenes y figuras impresionantes. Angeles Martín, la dueña del negocio, se esfuerza cada año en conseguir estas manualidades desde diversos puntos del planeta.

En este pequeño espacio encontraremos belenes navideños de sudamérica, Rusia, Polonia, Italia, Francia, y vete tú a saber de qué más rincones. Tiene belenes artesanos de madera, de cristal, de cerámica, de resina, de cartón, de plástico... No sé, nunca me había planteado que hubiera tanta gente coleccionando belenes.

Si tú eres uno de ellos, si vives en Madrid, en Segovia o alrededores, no dudes en darte una vueltilla por allí. Cada año, Angeles trae belenes nuevos, la mayoría son preciosos o cuando menos, muy curiosos. Os dejo los datos de la tienda porque estoy seguro que alguno de vosotros querrá consultar por internet:Justificar a ambos lados

El Aqüeducto
c/ Teodosio el Grande, 4
4001 Segovia
Tf. 921 42 79 86
angelesmarper@terra.es

Pues nada, mi post de hoy para esta curiosa tienda, que al margen de los souvenirs típicos, ha sabido encontrar su hueco en el mercado. Mis felicitaciones!

Otros artículos similares: Cándido es a Segovia, lo que el cochinillo es a Cándido

29 ago 2009

Cándido es a Segovia, lo que el cochinillo es a Cándido (primero un Restaurante, ahora un Hotel)

Todo el que va a Segovia tiene en su mente la imagen de un orondo Cándido destrozando un pobre cochinillo a platazos. Esta vez, al visitar la ciudad, he decidido acercarme a su Restaurante y al recién estrenado Hotel que ha erigido en las afueras de Segovia.

He de reconocer que en pocos años, el aspecto que presenta la entrada por el acueducto ha cambiado considerablemente (o por lo menos, a mí me lo parece). Han despejado la entrada de coches construyendo un estupendo párking subterráneo a pocos metros del monumento. Esto facilita mucho la tarea al turista que visita la ciudad, desde luego. Por lo demás, Segovia está como siempre, encantadora y preciosa, con mil y un rincones para visitar.

Pero no nos desviemos, hablemos primero del Restaurante Cándido. Hay dos cosas que debes hacer antes de dejar este mundo: primero, comer pipas facundo, segundo ir al Restaurante Cándido. Y yo, fiel seguidora de costumbres culinarias no he dejado de hacer ni lo uno, ni lo otro.

Antes de nada decir, que realmente no conozco la historia de esta saga de restauradores, sino muy por encima. Es por eso que no hablaré más que de lo que vi.

El restaurante en sí parece un museo fotográfico, y lo que encuentras en el interior, son turistas que como tú únicamente han ido allí para satisfacer su curiorisad. Hay que ver qué se siente (si es que sientes algo) al utilizar las mismas mesas de grandes artistas, políticos destacados y medio mundillo de la realeza.

Yo particularmente no sentí nada, será porque no soy nada mitómana y toda esa parafernalia no me afecta demasiado. Bien es verdad que algunas fotos me revolvieron el estómago, y casi dan al traste con una cena bien servida. Hábloles, de aquel retaco con bigote que durante tantos años tuvo en un puño al País, el tío Paco.

En fin, hablemos de cosas más alegres: la comida. El balance final fue positivo, pero como cualquier otro restaurante de esa categoría y precios. Los primeros platos fueron un poco flojos (me sirvieron espárragos trigueros de lata!! qué sacrilegio!!), pero los segundos estaban estupendos: cochinillo, como no podía ser de otra manera y magret de pato con espuma de queso y compota de pera, excelente. El postre buenísimo, tarta de ponche segoviano (aunque desconozco si la hicieron allí o venía de la pastelería). Precio medio del menú 40 € por comensal.

El servicio, es el mismo que en los años 50. Te tratan de "Don y Doña", pero al venir de una persona tan mayor, no sientes que se hace forzado sino que es así, y siempre ha sido así. No importa que seas un pobre obrero o un alto ejecutivo, al entrar allí, eres un cliente, el mejor cliente y te atienden como tal.

En cuanto al Hotel Cándido, no sabría elegir las palabras. Tiene una construcción muy llamativa, un tanto rimbombante y ostentosa. Han montado un hotel bastante fastuoso, con una decoración muy barroca, pero de una comodidad extraordinaria. Las habitaciones son muy amplias, casi me da un ataque de risa cuando vi la cama (de 2x2 m, por lo menos!) con los cortinones en la cabecera. Tenía el tamaño de un campo de fútbol y con tanto de retrato de los monárquicos españoles, parecía que estaba en el Real Palacio de la Granja de San Ildefonso.

El cuarto de baño era estupendo, con compartimentos bien diferenciados (inodoro, ducha, bañera..) y todo en elegante mármol.

El spa sin embargo, un fracaso absoluto. Primero, te hacían pagar 10 € por la entrada, que no me parecería mal si el spa lo valiera, pero se trataba únicamente de una piscina con agua más bien templada, sin apenas chorros de masaje ¿donde está el spa entonces? Nada, suspendidos en esta faceta.

Falta el desayuno. El buffet del desayuno no estaba mal, como muchos otros. Lo que me dejó realmente impactada fue el uniforme del servicio. De verdad, esta gente se ha quedado anclada en mitad del siglo pasado y no ha avanzado nada. Tienen un gusto absolutamente retro, pero en el justo sentido de la palabra. Tener a una pobre chica con cofia en la cabeza y delantal con tirantes me parece altamente denigrante. Los camareros han dejado de ser criados ¿no se han enterado los de Cándido?, son empleados mejor o peor pagados, pero son empleados con sueldo y seguridad social. En fin, esta imagen del servicio me pareció realmente patética . Señores, estamos muy a su pesar, en el siglo XXI.

En fin, y esto es lo que me pareció el imperio Cándido en Segovia.

Ver otros artículos similares: Belenes de Navidad en Segovia

27 ago 2009

En Alicante, el Hotel del Alba y la playa de San Juan


Después de tanto tiempo yendo y viniendo de Alicante, siempre acabo en el mismo sitio, en la playa de San Juan. Es demencial cómo se pasan por el arco de trajano la ley de costas los políticos en el Levante. Es muy triste ver que año tras año se siguen construyendo monstruosas urbanizaciones a 5 cm del mar, ¿Es eso legal? pues si estás bien recomendado parece que sí es legal, ya ves tú.

El caso es que después de recorrer las playas de Alicante, con el corazón encogido por ver los recuerdos de mi infancia violados y destruidos, vuelvo arrastrando los pies a uno de los pocos sitios donde no tengo que pegarme por conseguir un hueco cerca de la orilla. Hablo del territorio comanche entre la playa de Muchavista y la playa de San Juan. Parece tierra de nadie, es curioso. Si miro a la derecha veo una aglomeración de gente monstruosa, si miro hacia la izquierda algo parecido. ¿Qué hace que esa franja esté tan poco poblada de bañistas ansiosos por disfrutar del Mediterráneo? Muy sencillo, no tienen un parking a pie de playa y tienen que andar unos 300 m hasta donde han dejado el coche: bendita comodidad de los turistas, que nos permiten a los demás encontrar ese espacio tan preciado!

Además, la playa de San Juan es inmensa, o al menos, a mí me lo parece. Yo que suelo repantigarme en la toalla entre baño y baño, me agoto de ver a cientos de personas que con paso firme se empeñan en desgastar la orilla con sus pisadas. Y digo yo, ¿qué se les ha perdido con tanta vuelta? Algunos van a paso militar: mirada al frente, estómago prieto, zancada decidida (son los peores, porque aniquilan mi estado de relajación con tanta prisa). Otros van de charleta y ni se fijan si pisan a un niño, te llenan de arena o te mojan al pasar, ¡por favor, están de vacaciones!. También están los exhibicionistas, ¿de qué sirven tantas horas de gimnasio si luego no lo ve nadie? eh? eh?, hay que lucir body sea como sea, y para esto, la playa de San Juan es auténtica. Los últimos son los avistadores, no se pierden una teta fuera del sitio o un tanguilla juvenil en 50 m a la redonda, ¿para qué van a la playa sino?

En fin, y entre tanta fauna, ahí estoy yo, friéndome en la toalla y deseando volver al agua nada más secarme el sol. Qué le voy a hacer, la edad no perdona y cada año me cuesta más el vuelta y vuelta playero. Me decanto por la cervecita fresca y la maravillosa siesta vacacional. Ummmm

Y volviendo al tema del post, el Hotel del Alba. Pues he de deciros que llevamos dos años visitando este hotel. Está alejado del bullicio veraniego, lo que para mí es una ventaja, desde luego. Las instalaciones son estupendas, tienen una piscina preciosa, un pequeño spa gratuito, unos desayunos para tumbar al más selecto y al más hambriento. Y por si fuera poco, las camas de matrimonio son infinitas, ves dónde empiezan pero casi no ves dónde acaban. Si van con niños te meterán en una suite junior que es una pasada: dos baños, saloncito independiente... Para los amantes del golf, pues hay un campito de golf y una pequeña escuela de golf, donde puedes praticar (yo ni intento, ni me interesa, pero allí está)

Además, con el tema de la crisis, este año han ajustado mucho más los precios y la relación calidad-precio es muy buena. Sin duda, y si el bolsillo nos lo permite, volveremos al año que viene. El Hotel del Alba merece la pena.

Ver otros artículos similares: ¿Qué ver en Alicante?, De tapas por Alicante, Acercándonos a la fideguá

17 ago 2009

Hotel Spa Ciudad de Teruel, para viajar con niños (Dinopolis)

Pues efectivamente, Teruel también existe. Y no sólo eso, sino que antes de marcharnos a Tailandia, Túnez o Santo Domingo, deberíamos darnos una vueltita por Teruel, que lo tenemos tan a mano,porque es una verdadera joya del Patrimonio de la Humanidad. Ya nos hemos dado cuenta de que el arte mudéjar no arrastra mareas, aunque debiera!! porque es un tesoro tan preciado de nuestra historia que debería ser obligatorio su visita para los escolares! Por eso, Teruel ha tenido que pensar cómo ganarse el pan y atraer turismo a la zona.

Todos sabemos que el problema que tiene Teruel es que son pocos, y generar comercio e industria en esas circunstancias es difícil. Bueno, pues estos pocos, hace unos años decidieron explotar (con muy buen criterio, por cierto) uno de los tesoros más importantes que tienen y con mayor tirón: sus restos fósiles. Y así llegamos a una estrategia de turismo familiar con niños que le está dando muy buenos resultados. (Y por eso el Hotel Spa Ciudad de Teruel, lo tiene tan en cuenta)


15 ago 2009

La playa de Atxabiribil en Sopelana con bandera verde, sol y pleamar

Bueno, bueno, bueno, esto ha de quedar para la posteridad: la playa de Sopelana con bandera verde, sol y pleamar!!! Estamos a mediados de agosto y es el primer día de este verano que voy a la playa con buen tiempo, un sábado y me encuentro la bandera verde (nuevita, casi sin estrenar, claro!). Y encima, con pleamar!! ¿no es maravilloso?

Me ha parecido un sueño no tener que hacer la marcha de 20 km para llegar al agua, no tener que luchar codo a codo en el acotado de 20 mts que suelen dejar los socorristas cuando hay bandera amarilla y poder nadar relajadamente en las aguas del Cantábrico.

Pobres los surferos, hoy estaban de camping-playa, Ah! se siente!! llevan todo el verano con unas olas que ni Hawai, por un día que se aburran un poquito no les va a pasar nada.

Pues eso, que la playa de Atxabiribil de vez en cuando se apiada de los resignados bañistas y nos regala un día como el de hoy, aleluya!!

Seguiremos informando (aunque a toro pasado, no sirve para mucho, pero por lo menos os daré un poco de envidia sana, sana). Hasta más ver!

Ver otros artículos similares: Sopelana y sus playas

14 ago 2009

Si buscas un buen restaurante en Uribe Kosta, vete al Regi en Urduliz.


Para los que no quieran leer mis comentarios, (no saben lo que se pierden!), ahí van la dirección y el teléfono:

Restaurante Taberna Regi
c/ Aita Gotzon, 2 (Urduliz)
Tfn 94 67658 56

Ante la buena acogida que tienen sus platos, mejor reservar. Para los que no conozcan el pueblo, lo encontrarás, pasadas las barreras de metro dirección Butrón, antes de llegar al cruce que va a la izquierda a Plentzia y a la derecha a Gatica, en la misma carretera, con una entrada bastante discreta a mano izquierda de la vía.

La verdad es que Urduliz no es un pueblo con grandes joyas arquitectónicas para visitar, pero su privilegiada situación en un entorno natural, hacen que en este pueblo el precio del metro cuadro habitable esté más allá del cielo.

A mí me gusta particularmente el menderedo que hay al lado de la iglesia, fresco en verano por el arbolado, con agua, pista de futbol y columpios para los niños, y hasta aseos (cuando están abiertos). Y si te quieres tomar un cafelito después de la barbacoa, pues te acercas a la Txosna y solucionado.

También me parece bien bonito el paseo que hay hasta las Peñas, pequeñas cumbres que comparten Sopelana y Urduliz. Hay una ermita y varias zonas para practicar escalada (para principiantes).

Pero volviendo al tema que nos trae entre manos, hablemos del Restaurante o Taberna Regi. Aunque la zona de la cafetería es bastante normalita, es bajar unas escaleras y encontrarte en otro local. Hace unos años restauraron el comedor y sinceramente, les quedó muy bien, muy chic.

Mi recomendación es que no comáis en tres o cuatro días antes de ir, para hacer hueco sufiente en el estómago a todo lo que te sirven. No se os ocurra ir sin hambre, porque sería un crimen! Aunque cualquier plato es exquisito, lo mejor es pedir el menú degustación (no recuerdo exactamente el precio, no es barato, pero está absolutamente equilibrado con lo que ofrecen).

Bueno, pues como no hay que pensar demasiado, pediremos el menú desgustación, y a partir de ahí, lo mejor es dejarse llevar por la vista, los aromas y el paladar. Estarán unas dos horas sin parar de servirte exquisiteces. Pequeños sorbos, bocaditos elaborados, rellenos indescriptibles, asados aromáticos y dulces extraordinarios. Lo mejor es probrarlo todo, con calma y disfrutando de cada bocado.

De postre: sal de frutas o bicarbonato, a gusto del consumidor. Y es que en el Restarante Regi, no se come, te alimentan para una semana, qué barbaridad!

Ver articulos similares: Rest. Itxas Gane en Barrika

11 ago 2009

El misterio de Doña Croqueta Amaia


A muchos os parecerá una tontería este post, pero es que si no lo escribo reviento!

Me precio de saber defenderme en la cocina, no porque sea una excelente cocinera (me falta disciplina y paciencia), sino porque me sobra audacia y creatividad. Vamos, que a veces los resultados no son lo que esparaba, pero por lo general siempre consigo salir airosa. Es por eso que para mí, es todo un misterio el mundo de "Doña Croqueta".

La bechamel me sale muy rica y según los ingredientes que le añada, pues queda resultón. La verdadera odisea llega al darle forma. Si tú comes mis croquetas con los ojos cerrados las encontrarás estupendas. Ahora bien, si las ves dispuestas en un plato, te parecerán poco menos que churros malagueños.

Llegados a este punto yo me pregunto ¿Cómo es posible que a Amaia le queden todas las croquetas (haga 20, haga 50) perfectamente ovaladas y del mismo tamaño? Ella se defiende diciendo que usa dos cucharas, pero ja! menuda bola!, yo he probado lo de las cucharas y es poco menos que imposible. ¿No será que tiene una máquina infernal que se las deja perfectamente igualadas???? Va a ser eso, porque no veo otra solución.

Algún día la pillaré in-fraganti y descubriré su secreto. Ese día se desvelará el misterio y podré compartirlo con vosotros....

Hasta más ver!

Ver otros artículos similares: Txangurro al horno, Amaia y sus pasteles

1 ago 2009

Alicante: qué ver, qué hacer, las mejores playas, lo que no hay que perderse.

Aunque hace muchos años ya que salí de mi tierra, vuelvo cada año para ver cómo se va transformando. Para aquellos que quieran visitar Alicante, he aquí mis consejos personales de lo que deberían visitar y no perderse. Claro está que luego cada uno tiene sus gustos y más o menos ánimos para salir de la rutina hotel-playa-comida-siesta o chiringuito-playa-helado-juerga-hotel. Allá cada uno con sus preferencias. Como se suele decir "el hombre propone y dios dispone".

Empecemos por las mejores playas de Alicante. Pues todo depende de la percepción que tenga cada uno de lo que son las mejores playas, claro. Yo prefiero ir a una calita del norte aunque sea de piedrillas, que a una playa de arena absolutamente abarrotada. Pero otros preferirán amontonarse un poco sobre una dorada arena, que acabar llena de moratones de tanta piedra. Todas tienen el mismo mar, un Mediterráneo por lo general tranquilo, transparente y deliciosamente cálido.