Cuando la jornada sale redonda, sale redonda, y eso es lo que me ocurrió ayer.
Ni siquiera tenía previsto visitar las Alpujarras, pero la conversación con una amiga y el hecho de equivocarme en una reserva de alojamiento, me hicieron mirar hacia allí.
La verdad es que le tenía ganas a este espacio natural, pero como pilla tan a desmano, al final nunca me decidía, pero los imprevistos es lo que tiene, que te empuja hacia lo desconocido y a veces el resultado es fantástico.
Ni siquiera tenía previsto visitar las Alpujarras, pero la conversación con una amiga y el hecho de equivocarme en una reserva de alojamiento, me hicieron mirar hacia allí.
La verdad es que le tenía ganas a este espacio natural, pero como pilla tan a desmano, al final nunca me decidía, pero los imprevistos es lo que tiene, que te empuja hacia lo desconocido y a veces el resultado es fantástico.