Siempre hay un antes y un después para todo, y hoy lo pongo encima de la mesa, porque gracias a dos amigos canarios mi imagen de la isla de Gran Canaria ha cambiado radicalmente. Pero vayamos por partes, ya sabéis, yo siempre organizada.
Los canarios son de otra raza
Lógicamente algunos son más sociables que otros, pero todos son extraordinariamente amables, acogedores y educados. ¿En qué momento perdimos este rasgo en la península?
Yo siempre he pensado que era buena anfitriona, pero después de estar aquí una semana en casa de mi amigo Gus, tengo la sensación que soy la bruja de la casita de chocolate. ¡Nunca podré estar a la altura Gus! espero que lo comprendas cuando vengas a visitarme.