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5 mar 2016

Receta de paella alicantina a mi manera, oh yeah!

El tiempo, los años, la experiencia, las canas, las arrugas y cientos de paellas cocinadas, son las que me avalan para hacer las cosas a mi manera. En a veces, salen mejor y en a veces, salen peor, pero lo cierto es que mis paellas no suelen dejar indiferentes a nadie.

Hoy escribo este artículo, porque desgraciadamente en Euskadi, se cocina de pena la paella. Con lo cual, vamos a dejarlo en que hacen unos arroces, con muy buena acogida por el público autóctono, pero que poco o nada tienen que ver con las paellas de mi tierra. Aquí se está acostumbrado a un tipo de arroz, y les parece lo más de lo más, y no lo voy a discutir, pero el arroz de Alicante y el bacalao al pil pil de aquí, a cada uno, lo suyo.

4 feb 2011

Receta del bacalao "meneao"

Bacalao "meneao" riquísimo! Estas navidades, como viene siendo habitual en las múltiples reuniones familiares, estábamos rodeados de montañas de comida y seguíamos hablando de recetas y demás viandas.
Fue en uno de esos momentos gloriosos, cuando estás a punto de reventar y todavía te quedan dos platos y el postre, cuando salió a colación la receta del bacalao "meneao". Como no podía ser de otra manera, agarré lápiz y papel y me dispuse a tomar nota de los ingredientes. Paso a detallar esta estupenda opción culinaria.

25 ago 2010

Receta del hornazo de Salamanca y dónde comerlo en la Alberca

Antes de entrar de lleno en la receta del hornazo de Salamanca, comentaros dónde lo comí bueno, buenísimo, fue en el pueblo de la Alberca. Yo para seros sincera, hasta hace 4 días, no tenía ni idea de qué era el hornazo, y mira tú por donde, fui a parar a la pastelería de Mª Luz en la c/Tablao de la Alberca (la calle de los "souvenirs", que llamo yo), y me topé de frente con él.

Entramos en la tienda buscando algo parecido a una empanada para llevar como bocata, a nuestra excursión del día. Y de pronto nos encontramos con un mazacote tremendo de harina de maiz llena de colesterol hasta arriba (jamón, panceta, chorizo y yo que sé que más de embutido). Lo compré con mis reservas, pensando en mi dieta médica (por supuesto!), pero como siempre, tentada por  probar algo nuevo. Pensé que estaría bastante seco y  me equivoqué de medio en medio. El pan de harina de maiz me recordaba a nuestro talo con chorizo (también muy dietético para el colesterol), y estaba que se deshacía en la boca.

11 abr 2010

De picoteo por Alicante, el Mesón de Labradores y sus chupi-chupi, en el barrio antiguo.

Bueno, recién llegada de Alicante he decidido hacer un post para ensalzar el chupi-chupi de Mesón labradores, y de paso, contaros que estoy sorprendida de ver lo bonito que han dejado el barrio antiguo de Alicante. Se nota que el Ayuntamiento por fin ha logrado lavarle un poco la cara a tanta dejadez que ha sufrido durante años. Ahora los edificios resplandecen con luz propia y la concatedral de San Nicolas está esplendorosa.

Aprovechando la Semana Santa, abrieron las puertas del nuevo museo catedralicio, pequeño pero coqueto. Yo que soy atea de las de verdad, parece mentira lo que me atraen estos templos, ¿será por ese halo de misterio que engancha a tanta gente? qui lo sá!

6 ene 2010

Receta Roscón de Reyes

Aunque yo ya he comido Roscón de Reyes ayer, y antesdeayer, y también comí Roscón el sábado, el domingo, y mayormente todos los santos días desde hace una semana. Para el que todavía no lo haya catado y quiera una receta más casera, diferente, aquí le paso una versión light del Roscón de Reyes. No es que no me atreva con la levadura de panadería, es que sencillamente hace años que desistí del anís, de la levadura y de hacer un roscón en condiciones.

Es por eso que ahora, me dedico a ir probando de pastelería en pastelería, les sale mucho más rico, aunque mi bolsillo se resiente un poco más. Qué le vamos a hacer, sólo lo comemos una vez al año! Mis favoritos, en Bilbao, el Roscón de Reyes de la Suiza o de Nerea, o los de Galdaretxe, o en Sope, los de Uyarra. Y para bocas menos exquisitas, los de Eroski están pasables (un poco demasiado anisados, pero como todo, para gustos están los colores). No digo más, Feliz día de "Reyes Majos"!

ROSCÓN DE REYES

Ingredientes (para 4 personas):

1 lámina redonda de pasta de hojaldre
1 yema de huevo
1 cucharada de leche
3 cucharadas de azúcar
½ litro de nata para montar
1 cucharadita de azúcar avainillado
½ bote de mermelada de fresa

Extender la lámina de pasta de hojaldre en la bandeja del horno, recortar en el centro un círculo del tamaño de un plato pequeño y retirar el disco central.
En un pequeño cuenco mezclar la yema de huevo con la leche y pintar la superficie de la corona de hojaldre cruda. Espolvorearla por encima con tres cucharadas de azúcar, introducir en el horno precalentado a 210º C, y cocer durante unos 12-15 minutos hasta que esté dorada e hinchada.
Dejarla entibiar y cortarla por la mitad horizontalmente con un cuchillo de sierra. Untar la base con la mermelada y reservar.
En un bol grande montar la nata bien fría con el azúcar restante con la ayuda de unas varillas eléctricas. Introducirlas en una manga pastelera de boquilla rizada y cubrir con ella la base de la corona con mermelada. Cubrir con la parte superior y reservar en el frigorífico hasta el momento de servir.

* Es aconsejable rellenar el roscón en el último momento ya que, a medida que pasa el tiempo, el hojaldre se humedece por la nata y resulta menos crujiente.

17 oct 2009

Receta de la escalivada, o lo que mi madre llama pisto: dieta mediterránea.

Hasta que no he tenido uso de razón no he sabido que el pisto manchego de mi madre era en realidad escalivada. ¿Y por qué sé que es escalivada y no pisto? porque cuando una se abre al mundo, y empieza a intercambiar recetas, se encuentra con que ha pasado 20 años llamando pisto a la escalivada, ni más ni menos.

La escalivada es un plato muy mediterráneo, no podía ser de otra manera, que encaja perfectamente en la dieta mediterránea: es asado, son verduras y es riquísimo, hasta para los que no gusten de algo que sepa a huerta.

La receta no podría ser más sencilla, encima de sabrosa y saludable, es muy fácil de hacer. Por supuesto, es una de las primeras recetas que aprendí en mi juventud, y hasta ahora, jamás me he cansado de cocinarla.

Vayamos con los ingredientes:
1 pimiento rojo con buena carne
1 pimieno verde también carnoso
1 cebolla mediana
1 tomate maduro
1 berenjena
1 lata de bonito o bacalao seco
aceite de oliva y sal

Comensales
Qué os voy a decir que ya no sepáis, con todo esto, os da para cenar un primer plato a seis personas por lo menos, así que a mí me dura hasta tres días (en el frigorífico, claro! sacarlo una hora antes de consumir...please)

Elaboración
Buff, esta es la parte más complicada, ya lo siento. Poner una cacerola grande al fuego (que sirva para asar), meter los pimientos, la cebolla y la berenjena. Ir volteando para que se vayan asando por todos lados. A mitad de asado meter el tomate, y hala, vuelta y vuelta. Y cuando ya esté todo asadito, se saca, se deja enfriar y luego se quita la piel a todo y se va troceando. A los pimientos, lógicamente se les retira las pepitas, que luego son molestas de digerir.
Cuando tengamos todos los ingredientes troceados en un recipiente, añadimos el bonito o el bacalao, troceado, el aceite de oliva y la sal. A mí particularmente me gusta sabrosón, así que no me sean rácanos y denle bien al aceite y la sal, que un día es un día.
A todo esto, espero que antes de meter la cebolla a la cazuela, se os haya ocurrido pensar que la cebolla hay que pelarla no? era evidente verdad? ok, así me gusta. El resto de verduras irán enteras después de lavarlas y secarlas.

Pues nada, esta es la receta que mejor encaja con la dieta mediterránea. Bon profit!

12 oct 2009

Los alimentos y el grupo sanguíneo

Cuando ya creía que lo había visto todo, me encuentro con esto: depende de qué grupo sanguíneo tengas, te irán bien unos alimentos u otros. Toma ya!

Tanta dieta y tanta mandanga ¿para qué? si nuestro cuerpo es sabio y reconoce lo que le sienta bien, ¿por qué no te lo dice directamente el médico de cabecera??? Tanto zumito de naranja por las mañanas y resulta que al final le sienta como el culo a mi pobre grupo sanguíneo!!

Es curioso, porque después de leer un poco sobre el tema (echar una ojeada a esta web: www.miriamsanoja.blogspot.com como acercamiento), me encuentro con que algunos alimentos que no me suelen sentar bien, coinciden con los no recomendados en la "dieta del grupo sanguíneo". Es decir, que al final, sólo tenemos que escuchar lo que nos dice nuestro cuerpo para comer más sano y mejor.

Es evidente, que tengo una sordera aguda con respecto a ciertos alimentos, porque no he oído decir ni pio a mi cuerpo sobre ellos. Y estoy por decirte que voy a seguir haciéndome la sorda, ya que disfruto tanto saboreándolos que me horroriza despedirme de ellos, así sin más.

Menos mal que me dejan las pipas y el chocolate, (pero me quitan el marisco!!!), para poder hundirme en el sofá de casa mientras veo una peli de aventuras. Los males con chocolate, siempre son más llevaderos ¿o no?

18 sept 2009

Las guindillas en vinagre o fritas en sartén


Dicen por ahí que la guindilla es la salsa de la vida, y si no lo dicen, lo digo yo. No hay duda de que yo me "enganchado" a este alimento, con la experiencia que te da la madurez. Esos sabores que van cambiando con la edad, me han hecho caer en la tentación de aderezar las lentejas o las alubias con una generosa ración de guindillas picantes.

Bien es cierto, que hasta no llegar a este país y saber lo que era una buena alubiada con sacramentos, nunca antes se me había ocurrido meterme a la boca una explosión de vinagre. Pero por estos lares, son muy dados a los encurtidos. Digo yo que será por el calorcillo que proporcionan estos alimentos, que sirve para soportar los tristes y fríos inviernos.

Bueno, pues este fin de semana pasado me topé con la grata sorpresa de la venta al peso de guindillas frescas. ¿Dónde? ah, pillines, pues no en cualquier sitio. A mí que me pirran los mercados de abastos, con sus puestos de verduras brillantes y tersas, los de carne con ese brillo sonrosado de la sangre, los de marisco fresco, oliendo a mar, los de especias, siempre tan misteriosos, los de embutidos, uf los de embutidos, qué peligro para el cuerpo! ¿por qué hay tantas clases de quesos, jamones o chorizos? es que así no hay quien se resista. O los puestos de pescado, tan surtidos y frescos. A mi me dejan en la puerta de un mercado de estos y soy más feliz que una quinceañera en un centro comercial. Y es que tengo alma de maruja, siempre lo digo, y que dios me la conserve!

Ah, y volviendo a lo nuestro. Que este fin de semana pusieron un mercado agrícola en mi pueblo, y es que no sé qué les pasa a estos del Ayuntamiento que nos tienen en un estres de actividades, que no hay fin de semana que no hayan montado una carpa, un escenario o un cross. No sé, deben ser los únicos a los que todavía les queda dinero para fiestas, porque el resto del universo está más pelado que la cabeza de Kojak.

Bueno, pues eso. Que arrastré a mi hijo hasta el mercado agrícola con la intención de gastarme unos euros en productos.. diferentes. Y fue allí donde me encontré las guindillas frescas. Y yo que soy una animada, le compré una bolsa a cambio de una receta. El aldeano de turno me dijo que las guindillas fritas se hacían exactamente así:

Ingredientes: - Una mesa llena de comensales con hambre. - Una sartén con aceite de oliva - Un puñadito de sal. Preparación: - Se espera a que los comensales estén hambrientos - Acto seguido se frien las guidillas en el aceite caliente - Se sirven en la mesa con una pizca de sal - Se comen sin dilación.

Así de difícil es este plato, ya veis. Pero claro, no era cuestión de meterse entre pecho y espalda un kilo de guindillas fritas, así que decidí embotar el resto. ¿Y a quién le pedí consejo? a quien va a ser, a mi querida Nerea, que desde las tierras de Markina nos envía esta complicada receta del embotado de las guindillas en vinagre:

Se limpian las guindillas, se colocan bien estiraditas una al lado de otra en un tarro de cristal hasta llenarlo. Se cubren de vinagre (alta graduación 8%, blanco) y se cierra el frasco. Se dejan reposar mínimo 2 semanas antes de comerlas.

Teniendo en cuenta la dificultad de la preparación no sé si seré capaz Nere, pero te prometo que me armaré de paciencia y me pondré manos a la obra.

Bueno, pues eso, ya veis que lo único difícil de esta receta es conseguir las guindillas. Aprovechar ahora que es la época y ya me contaréis qué tal el resultado.

Bon apetit!


5 sept 2009

El voluptuoso flan de huevo casero

¿Cuánto tiempo hace que no comes un flan de huevo casero de verdad, de los hechos en casa? Yo, ni me acuerdo. Qué fueron de aquellas tardes de invierno cuando a tu madre le daba la ventolera y decidía hacer un bizcocho, un flan, unas torrijas con el pan duro, o qué sé yo que otra delicia para compartir con la familia. Pues nada, allí, bien lejos se quedaron aquellas tardes, porque entre las extraescolares de los niños, los trabajos de los mayores y las horas de gimnasio, tenemos el tiempo justo para sacar el día a día adelante.

Aquellos flanes de huevo, pero de huevos de corral, no de granja, de esas pobres gallinas que viven en un sin vivir, porque las tienen absolutamente estresadas con tanta lucecita que se enciende y se apaga. Y los pobres huevos salen como salen, a medio hacer, porque les faltan las horas de maduración que les dan sabor y color (bueno, también influye un pelín la alimentación). Como las gallinas que tenían mis abuelos, las puñeteras gallinas que al menor descuido te mataban a picotazos!! pero qué huevos señores, grandes, sabrosos y algunos, hasta de dos yemas. ¿Es que acaso nuestros hijos han llegado a ver los huevos de dos yemas? ja! no creo ni que sepan que existen! ahora no los venden, yo hace siglos que no veo uno.

Luego llegó el flan chino Mandarín, aquél que se hacía con unos sobrecitos de polvos. Pero no era lo mismo, el sabor es definitivamente diferente, no le llega ni a la suela del zapato al flan de huevo original. Y a partir de ahí, empezamos a hacernos mayores y dejamos de saborear poco a poco, aquel lujo de la infancia que nunca supimos apreciar en su justa medida.

Pero en fin, volviendo al flan de huevo casero, qué no es tan difícil por dios!. ¿Qué tiene un poco de colesterol? y qué más da, un día es un día!. ¿Qué ya no tenemos olla a presión? pues lo hacemos con la rápida! No hay excusas, voy a escribiros una receta que he encontrado navegando en el infinito, que es la más parecida a lo que hacía mi madre:

Receta de flan de huevo casero
4 Huevos enteros
4 Cucharadas colmadas de azúcar
½ Litro de leche
3 Cucharadas azúcar para caramelizar el molde.

Preparación.
Con las tres cucharadas caramelizar una flanera de capacidad suficiente para las cantidades.

Mezclar la leche, los huevos y el azúcar. Batir con una batidora, pasar la mezcla por un colador por si quedase algún grumo y ponerla en la flanera, taparla con su tapa. En una olla a presión pondréis 3 dedos de agua, meteréis la flanera y la pondréis al fuego, cuando suba la pesa contaréis 4 minutos, se apaga el fuego y se espera a que bajen las pesas. Sacáis el flan y lo dejáis enfriar. Para desmoldar, utilizar un plato hondo.

¿Oléis el aroma que desprende??? si no es así, probablemente tengáis un problema de sinusitis, ya lo siento. Recomiendo pasaros por la consulta del médico.

En cualquier caso, merece la pena hacer un pequeño esfuerzo para que nuestros hijos sepan a qué sabe un flan de verdad. Porque igual piensan que los flanes, son esos yogures que venden en el hiper de diferentes marcas, (y también), pero no, los nuestros son mejores, y sobre todo, los hemos hecho nosotros.

Suerte!!


11 ago 2009

El misterio de Doña Croqueta Amaia


A muchos os parecerá una tontería este post, pero es que si no lo escribo reviento!

Me precio de saber defenderme en la cocina, no porque sea una excelente cocinera (me falta disciplina y paciencia), sino porque me sobra audacia y creatividad. Vamos, que a veces los resultados no son lo que esparaba, pero por lo general siempre consigo salir airosa. Es por eso que para mí, es todo un misterio el mundo de "Doña Croqueta".

La bechamel me sale muy rica y según los ingredientes que le añada, pues queda resultón. La verdadera odisea llega al darle forma. Si tú comes mis croquetas con los ojos cerrados las encontrarás estupendas. Ahora bien, si las ves dispuestas en un plato, te parecerán poco menos que churros malagueños.

Llegados a este punto yo me pregunto ¿Cómo es posible que a Amaia le queden todas las croquetas (haga 20, haga 50) perfectamente ovaladas y del mismo tamaño? Ella se defiende diciendo que usa dos cucharas, pero ja! menuda bola!, yo he probado lo de las cucharas y es poco menos que imposible. ¿No será que tiene una máquina infernal que se las deja perfectamente igualadas???? Va a ser eso, porque no veo otra solución.

Algún día la pillaré in-fraganti y descubriré su secreto. Ese día se desvelará el misterio y podré compartirlo con vosotros....

Hasta más ver!

Ver otros artículos similares: Txangurro al horno, Amaia y sus pasteles

24 jul 2009

Txangurro al horno, para momentos de crisis

Pues tiene razón Amaia, para que nos vamos a andar con chiquitas, en momentos de crisis hay que darse un homenaje. Te ayuda a subir la moral y también el ácido úrico, pero que nos quiten lo bailao! P'a chulos, nosotros. Ahí va la recetilla que me ha enviado la respotera del año:

Txangurro al horno

(Ingredientes para 4 personas)
4 centollos
1/2 kg de cebollas
2 tomates
2 ajos
1 copa de coñac
pan rallado
mantequilla
aceite
agua y sal
Para la salsa americana:
1 puerro
1 cebolla
1 zanahoria
1 cucharada de harina
1 taza de caldo de pescado
estragón, tomillo, 1 hoja de laurel y sal
Preparación:
Lava los centollos y cuécelos durante 8 minutos en agua hirviendo con sal. Escúrrelos y retira la carne de los caparazones.Pica las cebollas muy finas y fríelas lentamente en mantequilla y aceite. Añade la carne de los centollos y rehógala.Agrega el coñac previamente calentado y préndele fuego para flambear. Añade los tomates rallados y los ajos picaditos. Deja hacer lentamente.
Para la salsa, hierve durante 5 minutos el puerro, la cebolla, la zanahoria, junto con la taza de caldo,la cucharada de harina, el tomillo, el estragón , la hoja de laurel y un poco de sal. Una vez hervido, cuélalo todo y lo pasas por el chino.
Añade la salsa a la carne de los centollos y rellena los caparazones. Pon encima una pizca de mantequilla y espolvorea con pan rallado. Mételo todo al horno para que se dore ligeramente y sírvelo bien caliente.

El éxito está asegurado.

Bueno, bueno, pues nada, casi que no tiene curro verdad? yo a ésta, prefiero que me inviten. Lo del flambeo me tira un poco para atrás. Fíjate si en un despiste prendo la campana extractora o el trapo de cocina? de ahí me pasa a las cortinas (que todavía no he puesto), se me prenden las ñoras que tengo colgadas y acaba la cocina en un incendio??? Lo dicho Amaia, ¿cuándo quedamos a comer? yo llevo el segundo plato. Ya os contaré si le sale tan rico como parece.

On egin!!

Ver otros artículos similares: Hígado de Rape.

18 jul 2009

Las pelotas de mi madre… en el cocido madrileño.

(Digo cocido madrileño para que sepáis de qué hablo, pero en realidad de madrileño tiene poco, para nosotros es cocido y punto).

Mira tú por donde que este verano me ha dado a mí por los potajes, qué le voy a hacer, tendréis que esperar al invierno para probar las recetas, o sufrir la gota gorda engullendo un buen caldo, mientras el sol nos cuece hasta los sesos.

Volviendo al título de mi artículo, es una frase con doble sentido pero ambos dos son auténticos. Mi madre, mujer con mucha energía y mucho garbo, capaz de subir montañas y desbrozar selvas, tiene una mano para la cocina que ya la quisiera yo. Más que nada porque en las comparaciones, mi hijo, con mucha pena por mí, siempre se decanta por la comida de la Yaya. Y no hay manera, por más que yo insista en que aquí no encuentro los ingredientes, el estómago de mi niño lo tiene muy claro: las pelotas de la Yaya son las mejores del mundo.

Así que, sea invierno o verano, siempre que vamos a casa de mis padres, mi madre nos deleita con su cocido con pelotas. Y en honor a esta receta tan casera, tan sabrosa y tan contundente, la voy a dejar por escrito para que no se pierda nunca.

Para el que no se haya enterado todavía qué son las “pelotas” le diré que son albóndigas de tamaño de un puño. Vamos, te comes un “pelotazo” y ya no puedes más. El secreto del “relleno” como lo llaman en otros lugares, es la combinación de los ingredientes.

Pero no me voy a adelantar, vayamos por partes.

Prepararemos un cocido para una multitud, y luego congelaremos lo que nos sobre porque queda estupendo. Bien, tendremos que comprar:

Para las pelotas:
¼ de carne de ternera
¼ de carne de magro-cerdo
¼ de panceta
3 salchichas blancas
1 blanco (es una especie de chorizo muy Mediterráneo, así que olvídate de encontrarlo en tu carnicería habitual)
La miga de un pan gallego de ½ kg (del día anterior a poder ser)
Perejil, sal, pimienta y piñones.

Para hacer el caldo:
Un hueso de ternera (a poder ser que no esté loca)
Una porción de pollo de corral (de ese color amarillento tan poco atractivo)
½ kg de zancarrón (o carne para guisar)
Un blanco (otro más)
Una morcillita de cebolla
Un buen puñado de garbanzos que habremos puesto en remojo el día anterior
Apio, nabo, puerros, un par de patatas, vainas y alguna zanahoria.
Colorante y sal.

Para el arroz, si en vez de sopa hacemos arroz:
Unas ramitas de perejil
Un tomate maduro.

Bueno, pues ponemos todos los ingredientes para hacer el caldo al fuego. Tenemos dos opciones: usar la olla rápida o dejar cocer toda la mañana como lo hacían nuestras abuelas. El resultado ya lo sabéis, no os lo tengo ni que decir.

En fin, cuando está el caldo hecho, es momento de ponerse con los “pelotazos”. Antes de nada, habrás pedido al carnicero que te pique todos los ingredientes. Con el caldo del cocido mojas la miga de pan, lo juntas todo amasando bien (es la parte que más me gusta, cuando te pringas bien con la grasa de la carne!!). Una vez están todos los ingredientes bien mezclados, le das forma de pelotas de tenis y las metes dentro de la olla y las dejas cocer otros 20’ más menos. Y ya tenemos el cocido finiquitado.

A nosotros lo que más nos gusta es hacer un arroz con el caldo, siendo de Alicante, no podría ser de otra manera! Para hacer ese arroz, se pone una paellera con aceite de oliva al fuego, se coloca un tomate maduro partido en dos a freír, vuelta y vuelta. Se echa el arroz, se remueve un poco, después el caldo y encima, las hojas de perejil que le dan un sabor especial.

Se saca a la mesa el arroz por un lado y los sacramentos con las verduras y garbanzos por otro. Riquisísimo, de verdad!!

Ver otros artículos similares: De tapas por Alicante, Acercándonos a la fideguá

12 jun 2009

Un canto a la casquería, qué hacer con el hígado de rape.


(Este artículo no es apto para vegetarianos, aviso a navegantes!)

No suelo acostumbrar a escribir dos post tan seguidos, pero ser “ama de mi casa” da mucho juego. Como ya no hago la compra una vez a la semana, sino que tengo tiempo de rebuscar entre otros comercios que no sean hipermercados, pues me ocurren curiosidades como las de hoy. Os cuento.

Estaba yo haciendo mi comprita del día, sin recordar muy bien qué hacía falta en la despensa, cuando me he acercado a la pescadería a curiosear si había algo interesante. La verdad, es que había un surtido de rapes a muy buen precio, así que he decidido en ese momento que mañana prepararía una ensalada de rape con mahonesa. Pero sigo, que me desvío. Cuando me estaban atendiendo, le he indicado a la dependienta que por favor, no tirara el hígado, que me lo quería llevar. La chica sorprendida me pregunta que cómo lo cocino, porque ella no lo ha probado nunca. Le explico que yo no me complico, porque realmente es un manjar: lo hago a la plancha con un chorrito de limón. La moza asombradísima por mi respuesta me dice que el 99% de los hígados de rape que limpia van a la basura, que si quiero, me da alguno más. Yo encantada por supuesto, y me voy con tres hígados de rape preciosos.

Moraleja: si te sirven un entrante con hígado de rape presentado en un plato de medio metro, adornado con los perifollos de rigor, en un restaurante de 17 tenedores, a la luz de las velas, estás comiendo una verdadera “delicatessen”. Pero si ves al hígado colgando de un pobre rape en una pescadería, ya no vale nada, hay que tirarlo. Qué poco mundo señores!

Un poquito de respeto a los despojos que con tanta facilidad despreciamos con asco, porque no tienen buen aspecto. Desde aquí mi voz a favor de los guisos con sesos, hígados, riñones, morros, lengua, callos, sangre, mollejas, patas, criadillas, menudillos y otras exquisiteces. Triste de espíritu gastronómico el que no los haya probado, porque son una bomba de proteínas y minerales, (también son una bomba para el colesterol, desgraciadamente). Sólo tenemos que buscar en Internet recetas con cualquiera de ellos, encontraremos cientos, porque se han cocinado desde “secula seculorum”, y si no, que se lo digan a los romanos de Asterix y Obelix.

Y hoy acabaré con una frase típica de mi padre “cómo se nota que no habéis pasado la guerra, ni las pieles dejaríais!”. A su salud!

Ver otros artículos parecidos: Txangurro al horno.

3 jun 2009

De tapas por Alicante: tomate fresco con bacalao.


Cualquiera que vea el enunciado de este post se asombrará, porque Alicante precisamente, no es famoso por sus “tapas”. Pero, ahora que este país se puede considerar “desarrollado”, gracias a dios, hemos abierto puertas y ventanas a la gastronomía “tuti-fruti”. Bienvenida la mezcolanza multirracial, multicultural y por ende, multigastronómica. Empezando por las franquicias y siguiendo por los chiringuitos étnicos, hemos conseguido tener a mano una variedad de comida diferente, que abre las papilas gustativas a mundos bien lejanos y exóticos.

A qué viene todo este rollo multicultural. Muy sencillo. Hace 20 años, cuando yo llegué a Bizkaia mi estómago quedó absoluta e irremediablemente enamorado de las barras de pintxos! Aquello me parecía un paraíso de sabores y olores. Podía deleitarme con aquella cocina en miniatura y siempre descubría alguna novedad.

Yo venía de una provincia en donde la tapa más común eran las papas de bolsa, y con suerte, en las barras más atrevidas, podías encontrar ensaladilla rusa, patatas bravas, aceitunas y panchitos (que así llaman a los manís en mi tierra). Vamos, que no había cultura del picoteo como hay aquí.

Sin embargo, cuando la gente empezó a viajar, porque las vacaciones ya no eran sólo para los pudientes, a nadie se le escapó el éxito que tenían las tapas en los diferentes lugares del territorio español. Y si en algo se basa el progreso, es en ir copiando lo que funciona en otros sitios: tapeo with drink. Y así es como llegamos a la era actual, que aunque no es comparable, se aprecian las mejoras adquiridas.

Pero mira tú por donde, que hemos rescatado del baúl de los recuerdos un pintxo especial alicantino, que sólo encontraremos si el azar nos lo permite, en algún bareto escondido sin estrella michelín: el tomate natural con bacalao, cortesía de mi hermana Miriam (siempre atenta a las novedades culinarias que se cruzan en su camino). Plato sencillo, rico, rico. Ingredientes:

Tomates (a poder ser de la huerta murciana)
Tallos de alcaparras (hala, a ver dónde los compras!. Pues eso digo yo. Se supone que es un encurtido y que viene envasado en tarros de cristal. Búscate la vida!)
Bacalao salado.
Aceite de oliva.

La receta, facilona: colocamos una rodaja de tomate, espolvoreamos con trocitos de tallos, cubrimos de bacalao desmigado (sin desalar) y echamos generoso chorrito de aceite. Et voilà!

Bueno, y ahora que he acabado, voy a sincerarme con vosotros. Esta receta no era de un pintxo, sino de un entrante, pero como la tenía tan a mano para meteros el rollo de mi pasión más secreta, la he reconvertido. Vive la nouvelle cuisine!

8 may 2009

Amaia y sus pasteles.

Bueno, parece que estrenamos por fin un artículo de otra persona. Enhorabuena! Esta receta viene de la mano de nuestra repostera del grupo, Amaia. Ni que decir tiene, que es la que lleva siempre el postre en las celebraciones. Se la dedica especialmente a su mayor seguidor Conra, y como se suele decir: Va por ustedes!!!

RECETA DE PASTEL ARROZ
Ingredientes:
- 8 huevos
- 250 gramos de azúcar
- 200 " de harina
- 200 " de mantequilla o margarina
- 1 litro de leche

Elaboración:

Se echan en un bol los huevos enteros (sin cáscara, por supuesto), el
azúcar, harina y la mantequilla. Se calienta la leche y se añade al
bol. Se bate todo bien hasta que no quede ningún grumo y se echa la
mezcla en una fuente para horno, previamente engrasada.
Se mete al horno, que habremos precalentado a 200 grados y la
tenemos entre 1/2 hora a 3/4 h hasta que se empiece a dorar por los
costados. Al final ponemos el grill unos minutos para que se dore
por encima, evitando que se seque demasiado. Sacamos y dejamos
enfriar.
ON EGIN !

* A mi me sale estupendo ,porque con estas manitas que Dios me ha
dado y mucho amor, sólo se necesita buena compañía para poder
disfrutarlo.

23 abr 2009

Acercándonos a la fideuá!!


Hoy viajamos a mi tierra, el levante alicantino. Y de momento, sólo voy a apuntar una receta, más que nada porque mis amigos me tienen un poco frita con que les diga cómo se hace. Así que voy a escribirlo y el quiera que lo lea.

La fideuá. Es uno de esos bonitos platos que cada uno hace como le da la gana, y todos están buenos. Así que explicaré cómo lo hago yo, a veces… y el resultado es casi siempre, espectacular.

En primer lugar, yo nunca hago para 2 ó 4 personas, ni hablar! Hay que hacer cantidad para no tener que cocinar en varios días. Está claro, no? Vale, entonces partimos de un montón de comensales.

Primeramente se prepara el “suquet de peix” (o similarmente caldo de pescado, no vale el tetrabrik!!!). Si estuviera en Alicante, compraría la típica “morralla” de las pescaderías, pero aquí en el norte, esto no se estila. En el comienzo de mi andadura como cocinerilla, utilizaba cabracho y/o rape. Ahora que he espabilado con la cesta de la compra, uso doradas de ración, y cualquier otro pescado pequeño que oferten en la pescadería.

Preparo una olla medianamente grande, y meto el pescado, las cabezas de 200 grs de langostinos o gambas, si pongo cigalitas pequeñas, también echaré las cabezas; y de verduritas, unos tomates picados, junto con un par de ajos picados y un poco de perejil fresco. En unos 15 minutos tendremos hecho el “suquet” de sobra, así que pasaremos el caldo por el chino para sacar todo el jugo de las cabezas. Una vez colado todo el caldo, lo reservaremos.

Mientras tanto, habremos pelado las gambas o langostinos, (las cigalas, ni pa’dios! Que las pele el que se las coma) y habremos troceado una sepia medianita.

Ponemos una paellera al fuego con aceite de oliva. Cuando el aceite esté caliente, echaremos una cebolla finamente triturada. Al dorarse la cebolla, añadiremos la sepia y esperaremos a que se haga. En seguida echaremos un par de cucharadas grandes de ñora (que no sabéis qué es la ñora? Luego os lo cuento). Después de revolver todo echamos los fideos (en el norte del Levante se echan los finos de sopa y el sur, los gordos de fideuá, ambos quedan riquísimos. Mi consejo, probad cada día con uno y decidid). Podemos echar un paquete de ½ kg por ej, pero como no sé cuánto caldo habéis hecho (se calcula el doble de caldo, igual que en el arroz), pues lo dejo a vuestra elección.

Bueno, que me disperso. Echamos el fideo, removemos bien con los ingredientes fritos, y acto seguido añadimos el “suquet”. Corregimos la sal y echamos colorante del que tengamos a mano (aunque he de reconocer que yo importo de mi tierra los sobrecitos de “La Palmera”). Cuando se haya resumido la mitad del caldo, incorporamos los langostinos pelados y las cigalitas.

Removemos de vez en cuando, para repartir bien el caldo, et voilà! Ya tenemos la fideuá!!

Por supuesto, una fideuá que se precie no se puede presentar sin acompañar con un “all i oli”, recio y sabroso. Haremos el “all i oli” como una mahonesa cualquiera (soy incapaz de hacerlo como manda la tradición, lo siento!), sólo que con aceite de oliva fuerte y 3 ó 4 ajos. Para tumbar con el aliento!

On egin!

PD. La ñora. Para ñoras las de mi tierra, las de Guardamar. Grandes, con carne, con olor y sabor. Son pimientos dulces que se han dejado secar y que se fríen en el aceite de la paella hasta que están crujientes y luego se machacan en el mortero. Yo usando el viejo truco de mi abuela, frío toda la sarta de ñoras a la vez, las trituro en un molinillo de café (que uso exclusivamente para este fin) junto con sal gorda y las guardo en un tarro para ir usando poco a poco.