Podría escribir un artículo sobre qué visitar en Venecia,
pero creo que sobre este punto se han escrito chorros de tinta, y lo que
realmente necesita un turista es orientarse en ese submundo de transportes por
mar y por tierra. Porque claro, al pobre turista le dejan a la entrada de
Venecia y no sabe ni por dónde le da el aire. ¿Coger un vaporetto?? Y ¿Qué es un vaporetto
señor?, porque en mi pueblo no hay de eso... Y aquí hay tantos barquitos,
barcazas y artilugios que flotan, que
sinceramente, te apabullan!
Con lo cual llegados a este punto, os ofrezco mis aclaraciones sobre el transporte en
Venecia después de haberlo sufrido en carnes:
En primer lugar aclarar que Venecia es una isla unida al continente por una gran
carretera, con lo que puedes acceder en tren, en autobús o en coche. Una vez
que pisas Venecia, se acabó el transporte terrestre, has de aparcar el coche, o
bajar del bús o tren. Si has decidido llegar en coche a Venecia, verás que te
indican dos Párkings, uno que sigue
recto hasta la Piazalle di Roma y otro que gira a la derecha, hacia el puerto.
Te recomiendo que vayas recto (colócate en el carril de la izquierda al entrar
en Venecia), porque es el más cercano después para moverte.
Este párking tiene 10 pisos, de los cuales la mayoría están
reservados para la gente de allí, con que si te llegas más tarde de las 12:00 h
del mediodía, dudo que encuentres plaza. El precio por aparcar son 26 € / día..
así, porque yo lo valgo!
Según sales del parking puedes comprar un billete único para moverte por los
canales e islas. Los venden por horas y son muy cómodos. Para que os hagáis una
idea, un bono de 36 horas cuesta 25 €, y te lleva de aquí para allá todas las
veces que quieras.
Los vaporetti funcionan como los autobuses, tú miras las líneas en un mapa que
compres o te regalen, y puedes ver para ir a determinados puntos qué líneas van
hasta allí. Buscas en el embarcadero la línea en cuestión y esperas a que venga
el vaporetto de turno en la dirección
correcto (igualito que el Metro!)
Si por el contrario, pasas del vaporetto, también encontrarás taxis a tu disposición (unas
lanchitas muy monas y veloces) y las típicas góndolas para visitar aquellos
pasadizos recónditos que sólo se pueden ver por agua.
Por cierto, también tienes el Vaporetto dell’Arte, que
viene a ser como el autobús turístico de cualquier ciudad, son 10€ más a la
tarifa de bonos.
Y como nosotros nos hospedamos a las afueras de Venecia
(siempre buscando el frescor de una piscina, qué se le va a hacer!) también
probamos los autobuses que van a
Venecia. Funcionan estupendamente, hace un calor de mil demonios, pero allí
subes y nadie te hace pagar oiga. El primer día, yo lo intenté, pero en vista
que ni el conductor me contestaba, opté por sentarme y esperar a ver qué pasaba.
Pues pasó, que nadie sacaba su ticket para pagar, lo tengan o no lo tengan,
desde luego, esto es un transporte público y lo demás son tonterías!
PD: Venecia es la ciudad más bonita del mundo, y no sé por qué,
pero lo supe en cuanto la vi… Volveré a Venecia, porque quiero recorrerla con
tranquilidad, sin agobios y saborearla como merece.
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